Nuestro Lema 2020: “Transformar nuestra mirada con Esperanza para poder ser Luz”. En tiempos de Cuaresma, los invitamos a compartir dos propuestas: reflexionar en familia la Palabra de Dios y el Evangelio del Domingo con la mirada de un invitado. 

17 de mayo

Evangelio del Día con la reflexión del P. Guido Borella

Juan 14, 15-21

¡Gracias a la familia Loro Marchese! Javier, Roberta y Tomás de 5to. EP.

Intenciones recibidas: bendiciones a Josefina Balbiani, que disfrute mucho estos días que cumple años.
Encuentro con la Palabra en Familia: Celebrar, trabajar, compartir, encontrarnos, escucharnos, respetarnos y rezar juntos; es el modo en que la comunidad es puesta en práctica y es fortalecida. Invitamos a todas las familias a vivir un encuentro con la Palabra de Dios que es siempre la Buena Noticia que salva y libera.
Preparación:
  1. Nos ponemos en presencia de Dios: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Dios está presente en medio nuestro.
  2. Invitación al silencio: se puede colocar una música suave para  crear el clima deseado. El que guia,  pide a todos que cierren los ojos, y que empiecen a respirar suavemente por la nariz, registrando el aire que entra y sale del cuerpo para calmar el ritmo mental.  Realizar este ciclo tres veces.
  3. Lectura de la Palabra de Dios: Antes de empezar a leer es disponemos el corazón al recibir la Palabra de Dios, sobre todo si hay niños presentes. Sugerimos algo así: La Palabra de Dios me habla hoy a mí, me habla al corazón. Por eso te invito a que trates de escuchar atentamente este texto, tratando de imaginarte a Jesús, a las personas que van apareciendo, el lugar, las cosas que dice y hace, con quiénes habla y el mensaje que les deja. Como si en tu mente pudieras observar toda la escena. Esperar unos segundos y continuar con la lectura:

 Juan 14, 1-12

Jesús les dijo a sus discípulos:

«No se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí.

En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, se lo habría dicho a ustedes. Yo voy a prepararles un lugar.

Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes. Ya conocen el camino del lugar adonde voy».

Tomás le dijo: «Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?».

Jesús le respondió: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto».

Felipe le dijo: «Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta».

Jesús le respondió: «Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conocen? El que me ha visto, ha visto al Padre. ¿Como dices: «Muéstranos al Padre»?

¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que digo no son mías: el Padre que habita en mí es el que hace las obras. Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Créanlo, al menos, por las obras.

Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre.

 

4. Momento de Reflexión

Los invitamos a descubrir qué me dice Dios hoy al recibir su Palabra. Antes de comenzar, es importante invitar a todos a volver a realizar una respiración profunda, a registrar nuevamente el ritmo de la respiración y luego pedirles que abran los ojos. Preguntar si hubo alguna palabra que no hayan entendido y aclararla.

  • ¿Qué personas aparecen en este texto?

Para compartir lo que cada uno sintió y el mensaje que le dejó esta Buena Noticia, les sugerimos estas preguntas, pero antes les ofrecemos la siguiente aclaración:

Este relato está enmarcado en el largo discurso que Jesús hace en el evangelio de Juan, dentro de la Última Cena. Todavía no había muerto y resucitado. Es un contexto de despedida, un momento difícil y lo importante es darse cuenta de que Jesús no les pide que no estén tristes, ni les dice que no van a sufrir. Él les dice: “No se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí”. Jesús invita a confiar en el Padre bueno, que se ocupa por sus hijos.

  • ¿Pongo mi confianza en Dios cuando me toca atravesar una situación difícil, complicada? ¿Por qué?
  • “En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones”. Jesús vino y ahora se va y nos asegura que tenemos un lugar en Dios, un hogar en Dios. Saber que tenemos un lugar al que pertenecemos, es una necesidad vital. ¿Qué siento frente a estas palabras de Jesús?
  • no sabemos adónde vas”, los discípulos continúan inquietos. ¿Qué cosas/situaciones aún te siguen inquietando?
  • “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”. Jesús no sólo muestra el camino, sino que se hace camino. Por Él tenemos la posibilidad de encontrarnos con Dios. El camino es un proceso, no es la meta, pero tiene algo de la meta, porque cada paso que damos en el camino hace que ya habitemos en Dios. Caminar en Jesús, hace que ya empezamos a habitar en Dios. ¿En qué lugar de mi camino de fe pienso que estoy hoy? ¿Por qué?
  • El que me ha visto, ha visto al Padre”. Jesús revela a Dios en su humanidad, con sus gestos, sus palabras, su rostro. Es una invitación a ir creciendo en nuestra experiencia de Dios. ¿Cómo me vinculo con Dios Padre?
  • Jesús vino y ahora se va y nos asegura que tenemos un lugar en Dios, un hogar en Dios.
Es muy importante que cada uno sienta que es escuchado y que se respeta el espacio que tiene para hacerlo. Les dejamos a continuación, los cinco niveles de comunicación, para poder realizar una escucha atenta.
1- Escuchar de corazón a quien está hablando.
2- No interrumpir de ningún modo.
3- Distribuir el uso de la palabra en tiempos iguales.
4- Intervenir en la segunda ronda sólo si ya lo han hecho en la primera todos los que así lo desearan.
 5- Respetar la confidencialidad.

5. Oración final:

Invitar a realizar una oración espontánea retomando lo que fue saliendo en la reflexión del texto, también puede ser de acción de gracias o una petición personal. Una vez que todos pudieron expresar lo que sintieron, rezar el Padre Nuestro.

Vive Jesús en nuestros corazones, por siempre”.

 “Este momento de encuentro con Dios por medio de su Palabra lo hicimos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”.

Scroll al inicio
Ir arriba