Nuestro Lema 2020: “Transformar nuestra mirada con Esperanza para poder ser Luz”. En tiempos de Cuaresma, los invitamos a compartir dos propuestas: reflexionar en familia la Palabra de Dios y el Evangelio del Domingo con la mirada de un invitado. 

24 de mayo

Evangelio del Día con la reflexión del P. Raúl Pizarro

“Solemnidad de la Ascensión de Jesús”

¡Muchas gracias a la Familia Giletta!: Nicolás, Dolores, Delfina y Sofía (12 años), Juana y Clara (10 años) y Benjamín (6 años, 1ro. EP)

Intenciones: por la salud de Gerar Albert.
Encuentro con la Palabra en Familia: Celebrar, trabajar, compartir, encontrarnos, escucharnos, respetarnos y rezar juntos; es el modo en que la comunidad es puesta en práctica y es fortalecida. Invitamos a todas las familias a vivir un encuentro con la Palabra de Dios que es siempre la Buena Noticia que salva y libera.
Preparación:
  1. Nos ponemos en presencia de Dios: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Dios está presente en medio nuestro.
  2. Invitación al silencio: se puede colocar una música suave para  crear el clima deseado. El que guia,  pide a todos que cierren los ojos, y que empiecen a respirar suavemente por la nariz, registrando el aire que entra y sale del cuerpo para calmar el ritmo mental.  Realizar este ciclo tres veces.
  3. Lectura de la Palabra de Dios: Antes de empezar a leer es disponemos el corazón al recibir la Palabra de Dios, sobre todo si hay niños presentes. Sugerimos algo así: La Palabra de Dios me habla hoy a mí, me habla al corazón. Por eso te invito a que trates de escuchar atentamente este texto, tratando de imaginarte a Jesús, a las personas que van apareciendo, el lugar, las cosas que dice y hace, con quiénes habla y el mensaje que les deja. Como si en tu mente pudieras observar toda la escena. Esperar unos segundos y continuar con la lectura:

 Juan 14, 15-21

Jesús les dijo a sus discípulos:

“Si ustedes me aman, cumplirán mis mandamientos.

Y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes: el Espíritu de la Verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce.

Ustedes, en cambio, lo conocen, porque él permanece con ustedes y estará en ustedes.

No los dejaré huérfanos, volveré a ustedes.

Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero ustedes sí me verán, porque yo vivo y también ustedes vivirán.

Aquel día comprenderán que yo estoy en mi Padre, y que ustedes están en mí y yo en ustedes.

El que recibe mis mandamientos y los cumple, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre,

y yo lo amaré y me manifestaré a él”.

4. Momento de Reflexión

Los invitamos a descubrir qué me dice Dios hoy al recibir su Palabra. Antes de comenzar, es importante invitar a todos a volver a realizar una respiración profunda, a registrar nuevamente el ritmo de la respiración y luego pedirles que abran los ojos. Preguntar si hubo alguna palabra que no hayan entendido y aclararla.

  • ¿Qué personas aparecen en este texto?
  • ¿En dónde se encuentran?

Este relato es la continuación del domingo anterior. Jesús sigue preparando a sus discípulos para su partida, para el momento de su Ascensión al cielo.

  • “…él les dará otro Paráclito”. La palabra “Paráclito” deriva de Para: junto a y Clito: el que es llamado para estar a nuestro lado, para acompañar y sostener. ¿Quiénes son las personas que me sostienen y me acompañan?
  • “…Espíritu de la Verdad”. El Espíritu de la Verdad no es un argumento, una frase, el Espíritu de la Verdad es una certeza. Él los va a llevar a la Verdad, que es Jesús. ¿Cómo es mi relación con el Espíritu Santo, me siento sostenido por Él? ¿Lo invoco? ¿Le rezo? ¿Por qué?
  • “No los dejaré huérfanos, volveré a ustedes.” Jesús les está hablando a adultos, pero al decirles “huérfanos” se refiere a que todavía necesitan madurar en la fe. Jesús los invita a crecer en la fe, a madurar, para abrirse a este misterio que es ausencia y presencia. ¿Siento que mi fe es madura o que aún tiene que continuar creciendo? ¿Por qué?
  • “…y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él”. Jesús los quiere consolar en el amor, quiere darles la seguridad de que el vínculo permanece. ¿Me siento realmente amado por Dios? ¿De qué manera?
Es muy importante que cada uno sienta que es escuchado y que se respeta el espacio que tiene para hacerlo. Les dejamos a continuación, los cinco niveles de comunicación, para poder realizar una escucha atenta.
1- Escuchar de corazón a quien está hablando.
2- No interrumpir de ningún modo.
3- Distribuir el uso de la palabra en tiempos iguales.
4- Intervenir en la segunda ronda sólo si ya lo han hecho en la primera todos los que así lo desearan.
 5- Respetar la confidencialidad.

5. Oración final:

Invitar a realizar una oración espontánea retomando lo que fue saliendo en la reflexión del texto, también puede ser de acción de gracias o una petición personal. Una vez que todos pudieron expresar lo que sintieron, rezar el Padre Nuestro.

Vive Jesús en nuestros corazones, por siempre”.

 “Este momento de encuentro con Dios por medio de su Palabra lo hicimos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”.

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