Patrono de Irlanda, San Patricio es testimonio de inspiración. Curiosamente nació en Gran Bretaña y fue tomado prisionero y convertido en esclavo a los dieciséis años por…¡los irlandeses!. Logró escapar y se convirtió en sacerdote en Roma. No dudó en volver a Irlanda para evangelizar a los druidas y celtas. Pero lo hizo en forma muy respetuosa de sus deidades (la cruz incluye un sol, adorado por esos pueblos). Utilizó el trebol para explicar la Santísima Trinidad. Vivió en el siglo ; su historia nos sigue inspirando.