Nuestro Lema 2020: “Transformar nuestra mirada con Esperanza para poder ser Luz”. En tiempos, los invitamos a compartir dos propuestas: reflexionar en familia la Palabra de Dios y el Evangelio del Domingo con la mirada de un invitado.
7 de junio
Evangelio del Día con la Reflexión del P. Agustín Espina
Jn 3,16-18 : Misterio de la Santísima Trinidad.
¡Gracias familia Estrada! Joaquin, Milagros con José Ma. (3ro. EP C), Milagros (6 años) y Margarita (3 años).

Encuentro con la Palabra en Familia: Celebrar, trabajar, compartir, encontrarnos, escucharnos, respetarnos y rezar juntos; es el modo en que la comunidad es puesta en práctica y es fortalecida. Invitamos a todas las familias a vivir un encuentro con la Palabra de Dios que es siempre la Buena Noticia que salva y libera.
Preparación:
- Nos ponemos en presencia de Dios: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Dios está presente en medio nuestro.
- Invitación al silencio: se puede colocar una música suave para crear el clima deseado. El que guia, pide a todos que cierren los ojos, y que empiecen a respirar suavemente por la nariz, registrando el aire que entra y sale del cuerpo para calmar el ritmo mental. Realizar este ciclo tres veces.
- Lectura de la Palabra de Dios: Antes de empezar a leer es disponemos el corazón al recibir la Palabra de Dios, sobre todo si hay niños presentes. Sugerimos algo así: La Palabra de Dios me habla hoy a mí, me habla al corazón. Por eso te invito a que trates de escuchar atentamente este texto, tratando de imaginarte a Jesús, a las personas que van apareciendo, el lugar, las cosas que dice y hace, con quiénes habla y el mensaje que les deja. Como si en tu mente pudieras observar toda la escena. Esperar unos segundos y continuar con la lectura:

Jn 20, 19 -23
“El día de la resurrección de Jesús, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, por temor a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: «¡La paz esté con ustedes!».
Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor.
Jesús les dijo de nuevo: «¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes»
Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: «Reciban el Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan».

4. Momento de Reflexión
Los invitamos a descubrir qué me dice Dios hoy al recibir su Palabra. Antes de comenzar, es importante invitar a todos a volver a realizar una respiración profunda, a registrar nuevamente el ritmo de la respiración y luego pedirles que abran los ojos. Preguntar si hubo alguna palabra que no hayan entendido y aclararla.
- ¿Qué personas aparecen en este texto?
- ¿En dónde ocurre?
Para compartir lo que cada uno sintió y el mensaje que le dejó esta Buena Noticia, les sugerimos estas preguntas, pero antes les ofrecemos la siguiente aclaración:
Con este evangelio, estamos celebrando la fiesta de Pentecostés, en donde se termina el Tiempo Pascual, pero en realidad no es el cierre, sino la plenitud de la Pascua. Nos habla de un proceso que fue llegando a un punto culminante, que llega a su fruto: el Espíritu Santo.
- “estando cerradas las puertas” Frente a una situación de amenaza, de temor, la primera reacción es el encierro. Nosotros hoy, también estamos encerrados por diversos motivos, pero ¿cuáles son esas puertas de mi vida que todavía están cerradas?
- “por temor a los judíos” Los discípulos reciben la presencia de Jesús en un momento en el que sentían mucho miedo, ¿cuáles son los miedos que tengo hoy?
- “sopló sobre ellos” Jesús repite una acción de Dios que aparece en el libro del Génesis: el soplar, el aliento de Dios que da vida. El gesto que hizo Jesús es como una nueva creación. Él renueva, se mete en la historia, en una situación que parecía imposible de cambiar y la transforma, le da vida. ¿Recuerdo si me tocó vivir una situación muy dura en donde pude sentir esa fuerza que renueva, que da un nuevo sentido a la vida? ¿Cuál fue? ¿Qué sucedió?
- “y añadió: «Reciban el Espíritu Santo” El Espíritu siempre llega para manifestar un rasgo de Dios. Cada vez que hay caos, que hay confusión, crisis, el Espíritu desciende abriendo una puerta de esperanza. Él entra en personas que comunican la presencia de Dios. ¿Quiénes son esas personas que, en mi vida, son instrumento de la presencia de Dios?
Es muy importante que cada uno sienta que es escuchado y que se respeta el espacio que tiene para hacerlo. Les dejamos a continuación, los cinco niveles de comunicación, para poder realizar una escucha atenta.
1- Escuchar de corazón a quien está hablando.
2- No interrumpir de ningún modo.
3- Distribuir el uso de la palabra en tiempos iguales.
4- Intervenir en la segunda ronda sólo si ya lo han hecho en la primera todos los que así lo desearan.
5- Respetar la confidencialidad.
5. Oración final:
Invitar a realizar una oración espontánea retomando lo que fue saliendo en la reflexión del texto, también puede ser de acción de gracias o una petición personal. Una vez que todos pudieron expresar lo que sintieron, rezar el Padre Nuestro.
“Vive Jesús en nuestros corazones, por siempre”.
“Este momento de encuentro con Dios por medio de su Palabra lo hicimos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”.