Experiencia de Inmersión en África

Machu Espinosa, miembro del departamento de pastoral del colegio, vivió una experiencia de inmersión de 40 días viviendo con una comunidad de Christian Brothers en Nairobi, Kenya.

La comunidad se encuentra en Otiende y es una de las seis casas de los Christian Brothers en el país. Cinco están en su capital y existe una más alejada en la ciudad de Eldoret, a 6 horas de Nairobi. Hay alrededor de 40 Brothers dentro del país y es el que mayor número del total de 100 dentro del continente africano. El promedio de edad es de 40 años. El resto se encuentran divididos en los países de Tanzania, Sudán del Sur, Liberia, Sierra Leona, Ghana, Zambia y Sudáfrica.

Tan solo a dos cuadras de distancia de la comunidad de Otiende, se encuentra el Edmund Rice Centre, una escuela especial para 80 chicos con diferentes discapacidades. La mayoría de ellos vive en una zona de muy bajos recursos llamada Kibera, la cual se considera una de las “slums” más grandes de todo el continente. Machu pasó la mayoría de sus días trabajando en este centro y también en otros proyectos pero con menor carga horaria. Estos son el Reuben Centre, una especie de ciudad que apoya a la comunidad Mukuru con diferentes servicios, dentro de los cuales se encuentran un colegio Primario, un hospital, un centro para discapacidad, una radio y diferentes programas para jóvenes. Y por otro lado se encuentra el Edmund Rice Catholic Education Centre, un colegio primario y secundario dentro del barrio de Embulbul, el cual cuenta con un departamento de pastoral propio. 

“Cuando tenemos experiencias con personas que creemos que tienen “menos” que nosotros, el sentido de la dignidad se sacude. Algo se despierta. Probablemente revaloricemos cosas que dábamos por sentado o hasta podemos sentir culpa por tener “más”. Creo haber llegado a cierto punto donde me puedo quedar y simplemente contemplar estos momentos. Dejar de lado la culpa, la lástima o el rechazo. Solo me quedo ahí y valoro tener eso que sacude mi dignidad. Se siente como un despertar. Ver a otro sentirse digno siendo distinto me saca de mi mismo y me da esperanza en lo humano”, reflexiona Machu.

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