Nuestro Lema 2020: “Transformar nuestra mirada con Esperanza para poder ser Luz”. En tiempos de Cuaresma, los invitamos a compartir dos propuestas: reflexionar en familia la Palabra de Dios y el Evangelio del Domingo con la mirada de un invitado. 

22 de marzo

Evangelio con Reflexión del P. Andrés Di Cio

“Curación de un ciego de nacimiento”

Encuentro con la Palabra en Familia: Celebrar, trabajar, compartir, encontrarnos, escucharnos, respetarnos y rezar juntos; es el modo en que la comunidad es puesta en práctica y es fortalecida. Invitamos a todas las familias a vivir un encuentro con la Palabra de Dios que es siempre la Buena Noticia que salva y libera.
Preparación:
  1. Nos ponemos en presencia de Dios: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Dios está presente en medio nuestro.
  2. Invitación al silencio: se puede colocar una música suave para  crear el clima deseado. El que guia,  pide a todos que cierren los ojos, y que empiecen a respirar suavemente por la nariz, registrando el aire que entra y sale del cuerpo para calmar el ritmo mental.  Realizar este ciclo tres veces.
  3. Lectura de la Palabra de Dios: Antes de empezar a leer es disponemos el corazón al recibir la Palabra de Dios, sobre todo si hay niños presentes. Sugerimos algo así: La Palabra de Dios me habla hoy a mí, me habla al corazón. Por eso te invito a que trates de escuchar atentamente este texto, tratando de imaginarte a Jesús, a las personas que van apareciendo, el lugar, las cosas que dice y hace, con quiénes habla y el mensaje que les deja. Como si en tu mente pudieras observar toda la escena. Esperar unos segundos y continuar con la lectura:
 Lc. 12, 22-31

“Jesús dijo a sus discípulos: «Por eso les digo: No se inquieten por la vida, pensando qué van a comer, ni por el cuerpo, pensando con qué se van a vestir. Porque la vida vale más que la comida, y el cuerpo más que el vestido. Fíjense en los cuervos: no siembran ni cosecha, no tienen despensa ni granero, y Dios los alimenta. ¡Cuánto más valen ustedes que los pájaros! ¿Y quién de ustedes, por mucho que se inquiete, puede añadir un instante al tiempo de su vida? Si aún las cosas más pequeñas superan sus fuerzas, ¿por qué se inquietan por las otras? Fíjense en los lirios: no hilan ni tejen; sin embargo, les aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vistió como uno de ellos. Si Dios viste así a la hierba, que hoy está en el campo y mañana es echada al fuego, ¡cuánto más hará por ustedes, hombres de poca fe! Tampoco tienen que preocuparse por lo que van a comer o beber; no se inquieten, porque son los paganos de este mundo los que van detrás de esas cosas. El Padre sabe que ustedes las necesitan. Busquen más bien su Reino, y lo demás se les dará por añadidura”. 

Momento de Reflexión

Los invitamos a descubrir qué me dice Dios hoy al recibir su Palabra. Antes de comenzar, es importante invitar a todos a volver a realizar una respiración profunda, a registrar nuevamente el ritmo de la respiración y luego pedirles que abran los ojos. Preguntar si hubo alguna palabra que no hayan entendido y aclararla.

  • ¿En dónde sucede el relato?
  • ¿A quién le habla Jesús? ¿Te acordás algo que les haya dicho? Si es necesario, se puede volver a repetir la lectura.
  • ¿Qué frase o palabra te llamó más la atención? ¿Por qué?
  • ¿Qué habrá querido decir Jesús? ¿Cuál te parece que es el mensaje que les quiso dar?
  • Y a vos, ¿cuál es el mensaje que te quiere dar hoy?

Algunas preguntas que pueden ayudar:

  • No se inquieten”: ¿Qué cosas me inquietan, me ponen nervioso/a? ¿Qué cosas me dan paz o tranquilizan?
  • “El Padre sabe que ustedes las necesitan”: ¿Qué necesito en este momento? ¿Qué quiero pedirle a Dios?
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