75 Aniversario de la llegada de los Brothers

El 21 de octubre a la mañana, tuvimos una Misa en acción de gracias por la llegada de los Christian Brothers a la Argentina. El marco no podía ser mejor: un cielo radiante, el fondo del colegio, los árboles y las canchas de rugby. Todo invitaba a decir un enorme gracias a aquellos brothers que se aventuraron a viajar hasta el fin del mundo para empezar un nuevo desafío, con el coraje de la fe y el espíritu de Edmund Rice.

Nos acompañó Br. Peter Zawot, líder de la Región: “El Beato Edmundo Rice estaría orgulloso de ver sus logros, especialmente con los relacionados con la ayuda a los menos afortunados”, expresó.

En la primera fila, Br. Michael y Br. Thomas junto con directivos del Colegio Stella Maris, de Montevideo, que también forma parte de la red de colegios Edmund Rice Beyond Borders.

Br. Michael recordó cómo fue la llegada de esos primeros desde Irlanda, en un viaje de avión que duró cuatro días. Apenas sabían castellano y no conocían la Argentina. Las familias que habían pedido durante décadas un colegio bilingüe católico en Buenos Aires, los recibieron y acompañaron en todo momento, y se pusieron al hombro el proyecto.

Mons. Raúl Pizarro, Obispo Auxiliar de San Isidro, celebró la Misa, rodeado de otros sacerdotes exalumnos. En la homilía, recalcó la idea de animarse a soñar como los primeros. Soñar en grande, sin miedo, y pensando en sueños que tengan incidencia en la sociedad en la que vivimos, sueños de solidaridad, de construir un mundo más justo, más humano, más solidario. “Los Brothers llegaron de Irlanda con el sueño de construir un colegio en Pastoral para formar personas, anímense ustedes tambien a soñar con  corazón grande, coraje y valentía para trabajar juntos por un mundo más justo”, alentó en la homilia. 

Al final de la celebración, el equipo de directivos y miembros del Board de nuestro colegio hermano Stella Maris de Uruguay nos obsequió una placa conmemorativa. 

Después de la ceremonia, los Brothers, el Board y los directivos del colegio se acercaron a rendir homenaje a los Hermanos Cristianos fallecidos, que están enterrados en un pequeño predio con flores, en el jardín de entrada del colegio.

Un día lleno de acción de gracias, de alegría y de esperanza, sabiendo que si actuamos con esa fe, con coraje y unidos ¡los frutos no tardan en llegar!

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